domingo, 25 de octubre de 2009

¿GOBIERNA LA IZQUIERDA O LA DERECHA?



Por Esteban

Cuando se quiere caracterizar a un gobierno como de derecha o izquierda, el simple análisis de la retórica discursiva que maneja a través de sus aparatos de propaganda no basta. Es importante analizar la política que desarrolla este gobierno en relación a la clase trabajadora, el campesinado y el estudiantado, así como frente a sus organizaciones, para identificar su verdadero carácter.
Se ha dicho durante dos años que en el Ecuador es la “izquierda la que finalmente gobierna”, cualquier forma de oposición a ese gobierno “de izquierda” es, por lo tanto, “hacerle el juego a la derecha”. Sin embargo, cuando vamos al análisis de lo que en la realidad material ocurre, las cosas son completamente distintas. Recordemos entonces la política que se ha venido desarrollando durante los dos años del gobierno de Correa:

EN LO REFERENTE A LOS RECURSOS ESTRATÉGICOS Y NATURALES: El discurso del Gobierno apunta a acabar con la ola privatizadora de los sectores estratégicos de la nación, sin embargo no debe escapar a nuestra memoria como se renovó las concesiones a Porta Celular y Movistar (un negocio de 15.000 millones de dólares) a cambio de 400 millones en un plazo de 15 años. Lo propio ocurre con la entrega de el campo petrolero Sacha (el más grande del país) operado por Petroecuador y donde el estado invirtió miles de millones de dólares, a la empresa de economía mixta Río Napo con la excusa de que no se tenía el dinero suficiente para invertir en el mismo, sin embargo por las características técnicas propias del campo y al ser un campo probado el Ecuador pudo acceder a un préstamo fácilmente de ser el caso. Lo propio ocurre con los bloques de gas en el Golfo de Guayaquil y la intensión de avanzar en esa privatización en todos los campos petroleros. La ley minera es otra muestra de aquello, permite la extracción indiscriminada de los minerales a las empresas transnacionales a cambio de un 5% de regalías para el Estado, y sin tomar en cuenta el daño que ocasiona a las comunidades cercanas esa actividad. Conclusión: en política de recursos las acciones son de un gobierno de derecha.

EN LO LABORAL: En el discurso el gobierno dice defender a los trabajadores por encima de los intereses empresariales. En la realidad a los trabajadores del sector público se les retira todo derecho laboral como el de estabilidad, organización, contratación colectiva y protesta. El Art. 26 de la Ley de Empresas Públicas quita a los profesionales (es decir a nosotros ya mismo) todos los derechos laborales por el simple pecado de haber obtenido un título universitario. En el caso de los trabajadores del sector privado, el Ministerio de Relaciones Laborales (antes Ministerio del Trabajo) negocia ahora con los empresarios que a cambio del supuesto incremento salarial (nuevamente el discurso), se dé la eliminación de la participación en las utilidades de los trabajadores (actualmente el 15%), la eliminación de la indemnización por despido intempestivo y de la jubilación patronal. Esto sumado a la precarización de la seguridad social cuyos fondos fueron empleados para el pago de la deuda externa, y un Ministerio de Relaciones Laborales que resuelve los conflictos de trabajo siempre a favor de la burguesía nacional e imperialista (caso ERCO, CORDISEG, Andes Petroleum, FESTA, entre otros), demuestran y nos permiten concluir nuevamente que: En política laboral, el gobierno es de derecha.

EN LO EDUCATIVO: El discurso del gobierno apunta a conseguir una educación de calidad para todos. En la práctica se lanza una Ley de Educación Superior que viola la autonomía universitaria, condicionando a la política del Ejecutivo el trabajo académico de las universidades, subordinando su actividad a un plan que no apunta a eliminar la brecha tecnológica con el imperialismo, sino que somete a las casas de estudio a formar mano de obra barata al servicio del capital transnacional, la reducción del cogobierno y un ataque frontal contra las organizaciones estudiantiles buscando desarticularlas. En conclusión y nuevamente: las acciones del gobierno son de derecha.

El tono alto de la conflictividad social no es aislado. Son una respuesta del campo popular a la política gubernamental contra los trabajadores, campesinos y estudiantes. Los banqueros y oligarcas se regocijan con la línea gubernamental (nadie ha escuchado estos días quejarse al Supermaxi, los bancos, las petroleras, las mineras, etc.). Los sectores opositores de la misma derecha buscan apoderarse de la lucha social para su beneficio.
Ante esta política es importante que los estudiantes tengamos claridad en nuestra acción. Ante la política de división debe imperar la política popular de unidad de estudiantes, trabajadores y campesinos. Ante el intento de destrozar las organizaciones sociales debe imperar la solidaridad con todas las luchas. Defender acciones como el paro de los maestros o el levantamiento campesino no quiere decir que se defienda a los partidos donde militan sus dirigentes, sino los derechos de miles que exigen condiciones de vida dignas y sobre todo el derecho que tenemos todos para organizarnos en sindicatos o federaciones.
¡Adelante la unidad popular! Los politécnicos hemos empezado ese proceso para vencer el sectarismo y unir fuerzas con nuestros hermanos, esa es la tarea del movimiento estudiantil.
¡Viva la unidad de estudiantes, trabajadores y campesinos!
¡A fortalecer nuestras federaciones locales y nacionales!
¡Organizarse es comenzar a vencer!

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