
Por Nicolás
VAN YA VARIOS MESES en que los que se ha puesto sobre el tapete el tema de la educación universitaria y cada vez se va tornando más polémico y trascendental, lastimosamente esto ocurre luego de mucho tiempo en el cual se ha abandonado a su suerte al Sistema de Educación Superior.
Es cierto y nadie lo niega que durante varios años ha existido libertinaje dentro del sistema, con creación de universidades de garaje ( en las cuales también tiene su responsabilidad el ex Congreso Nacional quien aprobó las creaciones ), sueldos vitalicios por haber sido designado autoridad, fondos malgastados, etc. Ahora el gobierno nacional abanderado con un discurso de revolución y exhibiendo y generalizando estos casos, pretende “ordenar” el sistema según la visión de país (más bien de Alianza País) y de universidad que llevan sus colaboradores, en su mayoría (desde él mismo) estudiados en universidades privadas y del exterior. En sus últimas intervenciones el presidente asegura que son tres cosas las que se pretenden cambiar con la nueva ley:
1.- LA MEDIOCRIDAD DE LA UNIVERSIDAD; menciona que la universidad no investiga y que estamos ubicados en los bajos sitios del ranking mundial de universidades. Lo que no se dice es el abandono estatal del cual ha sido parte la educación en general; para muestra cabe mencionar que según la ley vigente se debe asignar el 1% del presupuesto general del estado a las Universidades y Politécnicas para la investigación científica tecnológica, sin embargo ni los anteriores gobiernos ni el actual han cumplido con esta asignación.
En cuanto a el ranking de universidades el presidente no cita sus fuentes, y la clasificación que se llevan son en función de las veces que aparece el nombre de una universidad en la web. Pero sobre todo esto no se trata de ser los primeros, quintos, centésimos o lo que sea, esto se trata de cuán importante es la función de la universidad en el desarrollo del país y su impacto social en las clases más necesitadas.
2.- RENDICIÓN DE CUENTAS; aquí el discurso es que la universidad debe rendir cuentas de los dineros asignados. Totalmente de acuerdo, debe haber un mayor control de en qué se gastan los recursos, pero también no debe usarse esto como una vara para medir que tan bien acatas la dirección del ejecutivo o que tan servil eres al gobierno de turno. Las asignaciones de los recursos no deben basarse en criterios subjetivos de un organismo controlado por mayoría de representantes del gobierno de ese momento.
3.- UNIVERSIDAD EN FUNCIÓN DEL PAÍS, donde se menciona que la universidad debe estar en función del Plan Nacional de Desarrollo. El problema en este caso es que si bien la universidad lógicamente debe estar articulada al plan nacional de desarrollo esto no quiere decir que deba subordinarse y no pueda criticarlo, mejorarlo, rediseñarlo con sus aportes, etc. pues si lo hace se perdería la capacidad crítica de las instituciones de educación superior. Para muestra el plan de desarrollo actual da importancia a el desarrollo de biotecnología y del turismo y no se considera cuestiones tan básicas y necesarias como las de romper la brecha tecnológica que se mantiene con los países potencias, o acaso no se han preguntado por qué no producimos computadoras, celulares, vehículos, etc; y seguimos exportando petróleo, cobre, madera, y materias primas.
Estamos conscientes de que el sistema universitario debe mejorar, debe cambiar, debe ser más regulado, debe depurarse de esas mafias partidistas y administrativas que buscan su propio beneficio, estamos de acuerdo con que se expida una Nueva Ley de Educación Superior, pero también creemos que debe ser en función de políticas de estado y no de gobierno, que se debe escuchar a los actores directos del sistema, que los estudiantes somos capaces de cuestionar un modelo universitario, que somos capaces de opinar y proponer, que el cambio debe ser hacia el pueblo no un cambio de intereses burgueses.
LAS UNIVERSIDADES pueden ser buenas investigando, buenas creando profesionales, y hasta puede ser la número uno, pero si la tecnología fruto de esta investigación no le llega al campesino, al trabajador, al artesano, a las zonas más necesitadas, esa investigación no sirve; si las mentes instruidas no salen a combatir las desigualdades si no a ser parte del sistema de aprovechamiento de más gente, esos profesionales tampoco son buenos.
Es necesaria nuestra presencia activa en decisiones como estas, es necesario que nos interesemos en estos temas, y es mucho más necesario que tomemos acción.