BOLETÍN
DE PRENSA
Las Naciones
Unidas han declarado el 23 de Junio como el Día Internacional de los Servicios
Públicos y la Internacional de Servicios Públicos-ISP, como federación sindical
global representante de la fuerza laboral del sector, asume este día como un momento de reconocimiento a
las trabajadoras y trabajadores públicos quienes los producen cotidianamente. No obstante, la situación de estos
trabajadores no corresponde a su trascendental rol en sociedades justas,
equitativas y democráticas. Esta situación fue evidenciada durante la
intervención del Secretario General de la ISP, Peter Waldorff en la 101ª Conferencia Internacional del Trabajo de la
OIT 2012, donde manifestó su preocupación por las políticas de un número
creciente de Estados que evidencian una tendencia regresiva
en cuanto a las garantías y ejercicio de la libertad sindical: organización,
negociación colectiva y huelga para los/as trabajadores/as del sector público. Particularmente en los países Andinos, denunció
como casos graves, los de Colombia y
Ecuador.
Ya en 2010, a través de un Estudio Comparado
de la Legislación y Prácticas Laborales en el Sector Público de la Subregión
Andina, la ISP determinó la gravedad de esta situación independientemente
de las diferentes definiciones políticas de los gobiernos de turno, situación
que ha sido ratificada en 2012, como una política sistemática dentro de
las observaciones realizadas a los Convenios de la
Organización Internacional del Trabajo-OIT 151 (relaciones de trabajo en la
administración pública) y 154( negociación colectiva) y que tiene como común
denominador:
Ø Desigualdad ante la ley
por la división social del trabajo en el sector
público.
Ø Desigualdad como sujetos de derechos a
personas ligadas laboralmente al empleo público, a través de las leyes de
carrera, situándolas ante el ejercicio de un “servicio civil”, que socialmente
limita su condición de sujetos de derechos sindicales, siendo los casos más
graves Bolivia y Ecuador.
Ø Reconocimiento jurídico parcial y restricción real
de la negociación colectiva, siendo
los casos más elocuentes Colombia, único país Andino que ha ratificado el
Convenio OIT 154 que garantiza la negociación colectiva para empleados públicos
y hasta el momento tal negociación no es posible, a pesar de la expedición del
Decreto 1092; y Perú donde la negociación colectiva para empleados públicos sin
estar reglada es ejercida de manera discrecional y con limitaciones
presupuestales.
Ø Injerencia gubernamental en las organizaciones
sindicales y gremiales, con la consecuente pérdida de independencia y autonomía
sindical, con ejemplos graves en Venezuela y Ecuador, por los procesos de
cooptación y paralelismo.
Ø Hostigamiento hacia las organizaciones sindicales y
gremiales por parte de los gobiernos de turno y los empleadores,
quienes han montado campañas mediáticas de desprestigio de las organizaciones,
sus conquistas y la huelga, que en algunos casos llega hasta la criminalización de la lucha sindical en el caso de
Ecuador y Perú; así como el asesinato a la dirigencia sindical en Colombia y en
menor magnitud en Venezuela.
Ø Flexibilización y desregulación laboral en el sector
público que ha ocasionado una
distorsión en el empleo público y la eliminación paulatina de las relaciones
colectivas de trabajo con el Estado en todos los países Andinos.
Ø Despidos masivos de trabajadores siendo
el caso más dramático Ecuador en donde hasta el momento según cifras oficiales
15.000 trabajadores públicos de todas las categoría ocupacionales y
profesionales han sido expulsados del sector público de manera arbitraria sin
procesos legales o administrativos justos, imparciales, transparentes y
expeditos. En igual situación de
inestabilidad laboral se encuentran los 120.000 trabajadores y trabajadoras
provisionales en Colombia y en Perú se prevé que la nueva Ley del Servicio
Civil amenace la estabilidad laboral
Esta situación presenta para la ISP una
contradicción; mientras son los trabajadores y trabajadoras quienes a través de
su trabajo construyen los servicios públicos, el Estado
como empleador omnipotente reduce derechos e intenta
desaparecer las organizaciones que los representan. En estas
condiciones los servicios públicos de calidad no son posibles. Hoy la ISP hace un llamado al mundo, para lograr
una tributación justa (Robin Hood Tax-Impuesto Internacional sobre las
Transacciones Financieras) que financie el desarrollo sustentable y los
servicios públicos de calidad para todos y todas; y a los Gobiernos-Empleadores
a parar la represión, el miedo y la masacre laboral.
RED ANDINA DE SINDICATOS DE LA ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA Y ESTATAL-RAAPE/ISP
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